JABÓN DE CARBÓN

Mientras Yokasta y yo quedamos para hacerle las fotos a nuestra conjunta Columna Swirl ya cortada, os presento  estos jabones.

Como he empezado a ver, en los foros y blogs, jabones de Navidad, con oro, incienso y mirra, y yo soy mala, malísima, me he hecho mi propio jabón de carbón, con eso le ahorro a los Reyes Magos cargar con él. Realmente me tenéis estresada haciendo jabones para las fiestas ya.

Bromas a parte, el Carbón activado, a más de dar color y servir, por tanto, de tinte, adsorbe las impurezas de la piel del mismo modo que lo hacen las arcillas.

Las aplicaciones del carbón activado son amplísimas y van desde el mejor adsorbente en caso de envenenamiento, hasta la depuración de aguas y aceites. También se usa en cataplasmas para picaduras de insectos.

Es un jabón con sobreengrasado del 10% y un 52 de  índice  de acondicionado,  para pieles muy secas y secas. La concentración es del 35%.

No he dejado ningún aceite especial para la traza, con lo cual el sobrengrasado lo será de un poco de todos ellos, en la medida de su no saponificación  completa y en la  del exceso de grasas, con respecto a la sosa. Por tanto, un alto índice de distintos acídos grasos libres.

Los aceites son de Oliva, Coco, Sésamo, Ricino, mantecas de Cacao y Karité, cera de abejas y ácido esteárico. Y los índices de calidad del jabón son: Yodo 63, dureza, burbujas, persistencia y limpieza 50 y el aconcicionado, como ya he comentado, de 52.

La combinación de aceites esenciales es de Clementina, Bergamota, Litsea Cubeba y Cedro del Átlas.
Para el jabón redondo, de la inclusión, utilicé recortes de jabón bien secos, triturados en la Thermomix  y jabón nuevo, en una proporción de 500 gr. de recortes por kilo de jabón nuevo, máximo que admite, según mi experiencia.

El sello es de Omar.