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jueves, 9 de diciembre de 2010

JABÓN DE ALBARICOQUE, MANGO Y KARITÉ: REMOLINOS DE COLOR


Aunque en técnica decorativa lo que he intentado es que parezcan  aguas de color, se trata de un jabón de propiedades calmantes para pieles secas, que es lo que fluye en su composición.

El aceite de albaricoque rico en Vitamina A y E es un buen antioxidante y fotoprotector solar. De su riqueza en fitoesteroles provienen sus beneficios antiradicales libres, de mejora de la microcirculación y  de protección frente a  rayos UV. De los triglicéridos de su composición, la nutrición, el brillo a la piel y sus facultades calmantes. Además es un buen aceite de masaje.

Las mantecas de mango y karité, personalmente me encantan en los jabones, pues producen una rica y cremosa espuma muy nutritiva. Ya hemos hablado de ellas puesto que las uso  menudo, aunque vale la pena repasar algunas de sus virtudes:
Si la manteca de mango es una buenísma regeneradora de la piel, suaviza, es antiinflamatoria y apacigua los picores e irritaciones,  La manteca de karité es la mejor regeneradora que existe y es un potente calmante de pieles irritadas, a más de proteger contra los daños en la piel por agresiones externas.
Es un buen trío para componer un jabón cuyos otros aceites son de oliva virgen extra, coco y ricino.



Con un sobreengrasado del 10% y una concentración del 28%, los índices de este jabón son Yodo 65, dureza, burbujas y limpieza 50 y persistencia y acondicionado 52.

Huele muy bien, a cítricos: bergamota, limón y lima son los aceites esenciales que aromatizan estos torbellinos de color.