Member of the European Directory of Soap and Cosmetics Makers

jueves, 9 de septiembre de 2010

RECICLANDO A LA VUELTA DE VACACIONES

Como tenía más que suficientes recortes de jabones, y estoy en esa fase hiperactiva de organización y limpieza que nos entra a las mujeres de regreso de vacaciones y que significa "poner orden" según mi criterio  o "imponer nuestro orden" o "poner la casa patas arriba" según el del resto de la familia (hasta que no lo conseguimos no estamos a gusto), hice un par de refundidos para aliviar el caos que reinaba en mi mundo jabonero cuando llegué. A saber: los restos, kilos de jabón  ya curado pendiente de ser envuelto y etiquetado, y unos encargos que preparar y entregar en los primeros días de Septiembre.
En fin, que no he parado entre mi casa, mi trabajo e instaurar el orden cósmico jabonil, que incluía el reciclar mis restos de jabón.
Como les ocurre a la mayoría de los jaboneros, odio los refundidos, les tengo manía, qué le vamos a hacer. Eso de que ocupen mi cocina tanto tiempo para perder el exceso de agua y esperar muchos días a sacarlos de los moldes  puede con mi paciencia, pero bueno, el objetivo está cumplido y kilo y medio de recortes reciclados convenientemente y quitados de enmedio.

El primero, con inclusiones de bolas y macedonia de colores:


Lo corté ayer y, como veis, el interior está de un color casi amarillo. Tendrá que secar y quedará de una tonalidad crema muy clarita, tal como se aprecia en la parte superior de las pastillas, que es la que más ha evaporado al estar en contacto con el aire, ya que la barra ha permanecido casi una semana en el molde. 
Alrededor de algunas bolas, se puede observar  cómo va perdiendo el exceso de humedad propia de los refundidos y cómo van tomando su color definitivo las piezas de jabón. Pondré unas fotos, en unos días, para que veamos la diferencia de color y cómo encogen.

No le añadí  colorante ni aceite esencial alguno y huele bastante bien. Sí le he puesto aceite de almendras dulces a más del agua necesaria.

Al segundo recliclado le he puesto el mismo aceite que al anterior y le añadí, dividiéndolo en dos partes, colorante azul con dos intensidades diferentes y aceite esencial de ylang ylang, que a mí me encanta.


Se aprecian en los firulillos las burbujas propias de mi hartura en estas lides, ya que cuando usé la batidora se la puse a la máxima potencia para que no quedara resto alguno en el jabón resultante y acabar prontito. Eso sí: huele a gloria.

Hago mía una frase que leí a una compi en Mendrulandia y que me hizo reir muchísimo entonces, así que diré, como ella, que mis refundidos tienen todasssss las propiedadessss. Y tanto!! tienen de tó lo bueno.
Deciros que no los corto cuando los saco del molde hasta que no pasan tres días por el motivo que ya todos sabeis de blandura por el agua que le añadimos para refundirlos.

Así que espero que esta alianza de distintos jabones hayna dado lugar a  una alquimia magnífica porque, claro está, los refundidos los usamos en casa y si ,encima que no me gusta hacerlos, salen normalitos, me muero.

Advierto que ya tengo copada mi actividad de refundido para muchooooo tiempo, hasta que se me olvide jejejeeje. La próxima, haré un jabón de tuti fruti, que ya tengo pensado, que va a dar gloria verlo, pero de refundidos no quiero saber nada hasta el año que viene, por lo menos!!
Besos.