Su denominación proviene del nombre azteca " ahuacatl".
El aceite, que es rico en vitaminas A,D,E, todas las B, K, en lípidos, magnesio y potasio, se obtiene de la pulpa del fruto.
Se trata de un aceite formado en un 85% de ácidos grasos insaturados, siendo sus principales ácidos el oléico, en más de 90%, el linoléico y el palmítico.
Es un potente antioxidante, disminuye la flebitis, ayuda a reducir los riesgos coronarios y a impedir la absorción del colesterol malo (LDL), ya que contiene esteroles como el Betasistosterol en alto porcentaje.
En cuanto a los beneficios que le proporciona a la piel, es antiarrugas, protege de los daños solares, suaviza, hidrata y estimula la formación de colágeno.
Es un aceite indicado para la psoriasis, los eccemas, dermatitis, manchas y descamación, tanto de la piel como del cuero cabelludo, por lo que es perfecto para personas con pieles muy delicadas, utilizándose una proporción mayor del mismo en cosmética y elaboración de jabones, en estos casos.
Proporciona belleza y brillo al cabello.
Lo importante de este aceite son sus insaponificables, es decir, la proporción de éste que no pasa a formar parte del jabón, por lo que es muy terapéutico y regenerante con la epidermis.
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