JABÓN DE OLIVA 100%

El jabón de oliva 100% es un jabón que va bien para recien nacidos y para aquellos que quieran un nivel bajo de limpieza y mucha hidratación. También va bien para niños con piel atópica, aunque yo prefiero, en esos casos, mi jabón de argán y onagra.

Como es para bebés, no lleva ni colorantes ni aceites esenciales, nada que pueda provocarle una alergia o una irritación a una piel tan sumamente delicada.

El sobreengrasado de este jabón es del 10% y la concentración del 40% para poder llegar a la traza en relativamente poco tiempo. Con una concentración menor, se puede llegar a tardan horas en que el jabón trace, lo que sería desesperante y podria quemar la batidora, además.

Como yo suelo trabajar con temperaturas bajas, sobre los 35º, con este jabón tuve un problema y es que una vez trazado y enmoldado, me lo encontré, al día siguente, igual, es decir, en estado líquido pese a haber estado abrigado unas 24 horas. El caso es que la saponificación no había comenzado por falta de temperatura, con lo cual lo metí al horno, a 50º, dos horas y problema solucionado. Tal como me pasó lo pensé:  que este jabón necesitaba más temperatura para arrancar, pero es que, sinceramente, no lo hago, no tiene el mayor interés para mí, que el de tener pendiente una serie de encargos de cestas para bebés.

Es interesante hacerlo alguna vez, al menos para comprobar que es un jabón duro, pese a tener un índice bajo en la calculadora, sin embargo a mí me parece algo lamioso en cuanto se usa y produce una pequeña burbuja, pero para bebés es perfecto. Ello no quiere decir que la opinión de los demás sea la misma que la mía, pues gustos hay  para todo y  hay gente que está encantados con ellos y son jaboneros.

Para mí, es una sensación un tanto  lamiosa, por lo que mis jabones nunca llevan más del 50% de este aceite, normalmente ni eso. No sé si os ocurrirá a vosotros, pero a mí esa textura no me gusta en la piel y con jabones con un alto porcentaje de oliva me dan un poco esa impresión, por eso siempre uso una proporción bastante menor.

Aquí la foto a la mañana siguiente: Estaba igual que si lo hubiera enmoldado en ese momento.

Vaya chasco!! pero se solucionó. Como yo siempre digo, tengo una "potra jabonera" estupenda ante los problemas que puedan plantearse.

Es un jabón que pese a quedar amarillo a la hora de enmoldarlo, va blanqueando, poco a poco, durante la curación.

De hecho, está completamente blanco ya, y como era para bebés, le dí un corte que recordara los cubos que todos hemos tenido de pequeños.

Es lo único que tiene: un corte original y la verdad es que es muy simple, pero está precioso.