Parece un turrón de yema con avellanas, muy navideño ha salido, pero os aseguro que es jabón.
Sólo lleva colorante la capa amarilla que es de aceite esencial de limón y canela. El resto huele a nata, a miel y a canela, y en la capa inferior está incluido, molido, jabón de miel, en otro tono para que hiciera contraste, y algo de jabón muy molido en cacao, que va tanto ahí como en la división entre la capa superior y la de limón.
Los jabones de miel son muy hidratantes, procuran suavidad a la piel y además éste lleva yogur en polvo lo que le proporciona características especiales de cremosidad al jabón.
Hecho con aceites de oliva, palma, palmiste, ricino y manteca de karité en la traza, tiene un 10% de sobreengrasado y una concentración del 35% lo que le va muy bien a un jabón de miel que tiende a salir más blando del molde que el resto, a más de un índice de dureza de 53.
El resto de índices son: Yodo 57, y burbujas, limpieza, persistencia y acondicionado 50.